En nuestras calles hay muchos perritos que no tienen hogar, comida ni alguien que los cuide. Ellos también sienten frío, hambre y miedo. Por eso, es importante que entre todos pensemos en formas de ayudar: darles agua, un poco de comida o avisar a fundaciones que los rescatan. Ellos no pueden pedir ayuda, pero nosotros sí podemos hacer algo por ellos.
Así como los animales necesitan apoyo, también hay personas que viven en la calle y pasan por situaciones muy difíciles. Ayudar no siempre significa dar dinero; a veces una palabra amable, compartir un pan o simplemente escuchar puede hacer una gran diferencia. Ser solidarios con quienes más lo necesitan nos hace mejores personas y construye una sociedad más justa y compasiva.
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